No necesitaba terapia.Esa era mi terapia.Era constantemente abandonada por quienes quería,entonces sentía la necesidad de sentir el doble de dolor.Supongo que buscaba huir de ahí,de aquí,de las miradas de ellos...no quería oír ni una palabra más de aquellas que decían cada día,no quería indirectas,ni directas,ni cuentos de lo que estaba ocurriendo a mi al rededor,porque la realidad me estaba atormentando,me estaba matando el alma,me estaba quemando el corazón y yo no quería eso.Quería sentir,aunque fuese dolor.Solo quería que desaparecieran o desaparecer yo,pero no estar más bajo sus malditas palabras que solo eran eso:palabras.Pero preferí cualquier dolor físico que una mala palabra o malditos actos.No quería respirar ese aire de promesas rotas nunca más.Y odié todo y a todos,sobre todo odié a quienes amé y más me odié a mí,eso más que nada y odié el hecho de odiarme.Días grises,días oscurísimos en los que no vi más allá que las paredes de mi habitación.Habitación a la cual bauticé como ''cápsula''...sí,era mi cápsula porque solo allí estaba protegida,casi como antaño en el útero materno,o en sus brazos.Y en eso consistía mi día a día,fotos,cartas,momentos,lágrimas,dolor y más dolor por dentro que por fuera.Uno de mis grandes secretos,de los más dolorosos...y se me fue de las manos.Y entonces me di cuenta de la realidad de la situación,de que no era ''mi terapia'',ni ''mi secreto'',ni ''mi cosa'',sino algo que me estaba haciendo daño.Es difícil guardar un secreto cuando lo llevas escrito por todo el cuerpo,la gente te observa y no son tontos,se dan cuenta de cuando tienes un problema,otra cosa es que tú pidas ayuda.Llámenme tonta,estúpida o lo que quieran,pero en ocasiones lo extraño y siento la horrible necesidad de hacerlo,de rebelarme ante esa ''prohibición''.Y me desespero y lloro hasta caer rendida por el sueño,pero los tormentosos pensamientos de ''hazlo,sé que quieres hacerlo'' están ahí cada vez que estoy triste,enfadada o sola.Pero soy fuerte,en serio,soy fuerte y esto no puede conmigo...
FabiBetancourt.
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